~Brasil~
Detengámonos un momento en este dato, a mi parecer, muy curioso: Desde el año 1480 en adelante, habían partido varias expediciones desde el citado puerto de Bristol, en busca de la mítica isla de Hy-Brasil (Isla de Brasil en español y en general, Brasil). Se han emitido diversas y distintas teorías sobre el origen de la creencia en la existencia de esta isla. Me inclino, por diversas razones algo onerosas de explicar aquí, por la que sostiene que proviene de las leyendas y mitos irlandeses. Se decía que estaba contínuamente envuelta por la niebla y que sólo una día cada siete años era posible avistarla, aunque era imposible desembarcar en ella, pues aunque se dejase ver, jamás se alcanzaban sus costas. Las raíces del mito se enredan con las de la Isla de S. Brandán (San Borondón) y probablemente ambas leyendas tengan el mismo origen.*
El nombre de Hy-Brasil, según esta línea de investigación, proviene del gaélico Ui-Breasail, literalmente "los descendientes -e.d."el clan"- de Breasal", un antiquísimo clan del noreste de Irlanda cuyos orígenes se pierden en la leyenda mitológica. Esta teoría contrasta con otra muy aceptada generalmente, como veremos más abajo.
Ya que el Atlántico Norte había sido explorado, al menos hasta Groenlandia, convenía a geográfos, cartógrafos -con la posible adquisición de fama y notoriedad- y, cómo no, algunas autoridades -siempre es bueno que exista una "tierra prometida"-, bautizar a alguna de las tierras dscubiertas con ese nombre, "Brasil". En el Atlas Catalán de alrededor de 1480, aparecen dos islas con el nombre de "Illa de Brasil", una al suroeste de Irlanda, donde desde antiguo se suponía que estaba, y la otra al sur de "Illa Verde", esto es, Groenlandia.
Dos expediciones salieron de Bristol, una en 1480 y otra en 1481, y de ninguna tenemos noticias excepto una breve carta escrita por Pedro de Ayala a Miguel Pérez de Almazán, Secretario de los Reyes Católicos desde Londres(ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS, Patronato Real (834-1851), Ed. Completa, Revisión e índices finales por Amalia Prieto Cantero, T. II, Valladolid, 1949, p. 15, nº 4.377.) tras el regreso del viaje de Cabot en 1498, y otro documento del gobierno de Bristol donde se le notificaba al descubridor que esas tierras ya habían sido "descubiertas en el pasado por los hombres de Bristol que encontraron Brasil" ("discovered in the past by the men from Bristol who found Brasil") Sobre la financiación de esta expedición o expediciones desde Bristol sí tenemos algunas noticias y el detalle curioso de este anexo, el cual se describe más abajo en la nota**. También ha habido quienes han relacionado la descripción de la Isla de Utopía (1516) de Tomás Moro con, si no el origen de la creencia, el auge y extensión de esta. La idea de Moro de un mundo feliz, sin desigualdades entre los seres humanos, parece que nace de la descripción del Archipiélago de Fernando Noroha -actual estado de Pernambuco, Brasil- hecha por Americo Vespucio y aparecida en la primera edición (1507) de "Quattuor Americi Navigationes" -narración de los viajes de Vespucio- y de la que Erasmo de Rotterdam, supuestamente, daría noticia al santo/mártir inglés.
“La isla de Utopía tiene en su parte media —Ia más ancha —una anchura de doscientas millas. Esta anchura sigue siendo la misma en la mayor parte de la isla, hasta que, poco a poco, se va estrechando hacia ambos extremos. Toda la isla semeja una figura de luna nueva, y esta figura tiene quinientas millas de extensión superficial. Separa ambos extremos una distancia de once millas; entre ellos pasa un vasto y ancho mar, que por razón de estar circundado de tierra por todos lados se halla resguardado de los vientos, cuyas aguas, quietas como las de un lago, no levantan grandes olas; adentro es como una suerte de obra, y los habitantes de la isla sacan gran provecho de las naves que arriban a todas partes de ella.”
Hay quienes mantienen que Cabral llegó a este lugar en 1500, aunque el mismo descubridor - el de la polémica con Vicente Yáñez Pinzón- nunca llamó "Brasil" a las tierras a las que arribó. Recordemos que Pinzón llamó al lugar que llegó Cabo de Sta. Mª de Consolación y que Cabral lo bautizó como Ilha de Vera Cruz y más tarde pasó a llamarse Terra de Santa Cruz. Los portugueses llamarían finalmente Brasil al lugar por la abundancia de palo Brasil o pernambuco -Caesalpinia echinata-, arbol de pulpa color rojo intenso: este color, relacionado con brasa, habría dado nombre al lugar. Esta explicación sobre el origen del nombre ha estado (y está) bastante extendida, aunque como dije, me parece menos fiable.
La misteriosa isla también se identificó con Terceira, en Azores, llamada Brasil durante algún tiempo, y con la Isla de Mam -no confundir con Man-, también fantasma, situada en el Canal de las Islas Británicas***. Algunos pretendieron haber tomado tierra en la isla, en concreto Roderick O’Flaherty, en 1684, nos cuenta en A Chorographical Description of West or H-Iar Connaught:
"There is now living, Morogh O'Ley, who immagins he was himself personally on O'Brasil for two days, and saw out of it the iles of Aran, Golamhead, Irrosbeghill, and other places of the west continent he was acquainted with."
En los mapas en los que aparecía dibujada, se representaba como una isla de forma circular con un etrecho o un río partiéndola por medio de este a oeste. A pesar de no haber sido localizada jamás, se le estuvo estampando en los mapas desde 1325 hasta 1865, época en que en las Islas Británicas era conocida como Brazil Rock.
Finalmente vemos que es un caso más de la Historia en el que los ecos de una leyenda terminan cambiando la realidad del presente.
Al parecer de algunos, el globo que aparece en la actual bandera de Brasil y que presenta un corte más o menos en su ecuador con la frase "ordem e progresso", sería una alusión a la antigua forma de representar a la isla en los mapas, partida en dos mitades.
* Sobre la Isla de San Borondón (o San Brendan) se han publicado numerosas obras, algunas pretendiendo darle un enfoque seudocientífico e inluso intentando aportar datos que demostraran su existencia.
Supuestamente situada al oeste de Europa, a pesar de que la llamada "Octava Isla Canaria" era admitida y reconocida desde tiempo inmemorial por españoles y portugueses, sólo unos cuantos aseguran haberla visto.
San Brendan de Conflert (484-577), llamado "El Navegante", "El Viajero" y "El Valiente", fue un santo irlandés que forma parte de los Doce Apóstoles de Irlanda y es conocido, sobre todo, por su viaje en el que encuentra la por él llamada "Isla Bendita". Este viaje queda enmarcado en los Immram, clase de cuentos irlandeses que describen los viajes por mar de los héroes gaélicos en busca de El Otro Mundo, universo paralelo donde habitaban los Aos Sí -antiguo celta Aes Sídhe ("los que habitan las colinas")-, seres con poderes sobrenaturales, supervivientes de los Tuatha Dé Danann ("la gente de la diosa Danu"), los primitivos habitantes deificados de Irlanda y considerados en la mitología popular gaélica como los ancestros de los actuales irlandeses. Estos seres mitológicos fueron derrotados en batalla por los primeros invasores de Irlanda en épocas remotas y, entre las condiciones de la rendición, aceptaron apartarse a vivir en el citado Aes Sidhe, mundo de colinas subterráneas e invisible para los mortales (según el Lebor Gabála Érenn, libro de las invasiones de Irlanda). Las leyendas nos hablan de la situación de ese mundo hacia el oeste de Irlanda, al otro lado del Gran Mar y en la terminología popular se le dieron varios nombres: Tír na mBeo ("tierra del vivir "), Mag Mell ("llanura deliciosa") y Tir na nÓg ("tierra de los jóvenes"). Finalmente se le adjudicó la propiedad de ser el Paraíso Celta y con la entrada del cristianismo en Irlanda, esta idea se fundió con la del Edén bíblico.
Nos han llegado varias versiones y en diferentes lenguas de la aventura de Brendan, siendo las dos más conocidas y probablemente las más antiguas que se conservan una en gaélico irlandés -y traducida al latín- Betha Brennain/Vita Brendani, y otra en latín, la más conocida, Navigatio sancti Brendani abbatis. Estas y las demás versiones, son conocidas en general como "El viaje de San Brendan" en la terminología popular.
Según esta versión, el monje partiría con 16 peregrinos -uno de ellos sería Saint Malo- en busca del Paraíso Celta, en alguna fecha indeterminada entre 512 y 530 d.C., y en su singladura por el océano arribaron primero a una isla. Allí fueron recibidos por un perro que les guió hasta un poblado, donde encontraron comida preparada para ellos, aunque no había rastro de sus habitantes. Estuvieron allí tres días y a pesar de encontrar todos los días alimentos cocinados y listos para ser consumidos, no consiguieron ver a nadie. Después llegaron a la Isla de la Ovejas, llamada así por la abundancia de estos animales y de allí partieron y anclaron en otra isla, completamente despoblada de vegetación y de suelo negruzco. Allí decidieron hacer noche y encendieron una hoguera, alrededor de la cual celebraron una misa por ser el Día de Resurrección. Al poco de encenderla, la isla empezó a moverse y tuvieron que abandonarla a toda prisa, viendo como desaparecía ante sus ojos una vez estuvieron a bordo. Más tarde, en una revelación divina, se le aclara al santo que habían acampado en el lomo del legendario pez/mounstruo marino Jasconius, la ballena que se tragó a Jonás según algunos.
La narración continúa con la descripción de otros lugares y al final, bordeando unas altas columnas de cristal rodedas por densa niebla, llegaron a Tir na nÓg, donde un hombre les avisó que no continuaran y que volvieran. Así lo hicieron y regresaron a Irlanda, donde el santo murió poco después. A pesar de lo impreciso de las descripciones geográficas, el viaje no puede ser considerado como una fantasía en su totalidad, pues parece evidente que existió el monje e hizo un viaje.
Sin embargo, existe una versión holandesa del s.XII, donde se mezclan mitos germánicos y celtas con la historia cristiana del santo, dando como resultado un cuento fantástico, Des Reis van Sint Brandaen, donde Brendan tiene que cumplir un castigo por haber quemado un libro sagrado, siendo condenado por un ángel a dar una vuelta al mundo de siete años. Las peripecias y aventuras narradas en este cuento pasaron al folklore popular, deformando la imagen histórica del santo (aún más, bajo mi punto de vista).
A partir de aquí, se ha querido ver la Isla de san Brandán en varios lugares, entre ellos las Canarias, donde se dice que la isla puede verse en ciertos días desde el Hierro.
Hay un curioso dato por el que las autoridades españolas y portuguesas admitieron su existencia pues, en 1584, Leonardo Torriani, famoso ingeniero italiano de la época enviado por Felipe II para que construyese un muelle y un torreón en La Palma -aparte de planificar otras futuras obras de fortificación, que le fueron encargadas en 1587- hizo una descripción de las Canarias, Descripción e historia del reino de las Islas Canarias (1588), en el tiempo que pasó allí y da los datos de la situación e icluso las medidas de la isla, tomadas con vistas a la posible construcción de algunas defensas. La isla estaría a unos 550 km. al oeste-noroeste del HIerro (¡como pa' verla, no te digo!) y a 220 km.al oeste-suroeste de La Palma (también como pa' verla) y mediría 480 km. de largo, de N. a S. y 155 km.de ancho, formando en el centro una gran hollada o concavidad rodeada de altas cumbres, siendo las más altas las de la parte septentrional.
Las defensas nunca se construyeron, pues nadie fue capaz de volver a encontrar la isla, a pesar de que algunos navegantes dieran noticias de su avistamiento y que apareciese en numerosos mapas de diferentes épocas, de los que se podría hacer una larga lista, aunque aquí citaré algunos posteriores a Torriani, incluyendo el suyo propio que aparece en su obra antes citada:
-Mapa de la Isla de S. Borondón , de Torriani
-Mapa francés anónimo de 1704
-Mapa del noroeste de África, de Guillermo Delisle, 1707.
-Perspectiva de Juan Smalley, 1730.
-Perspectiva de Próspero Cazorla, s.XVIII.
-Carta Geográfica de Gautier, 1755.
Numerosas fueron también las expediciones promovidas para buscarla y conquistarla, desde la organizada por el portugués Fernando de Viseu, sobrino de Enrique "El Navegante", pasando por varios vecinos y gobernantes canarios, entre las que aparece una hecha por Hernán Pérez de Grado, Regente de la Real Audiencia de Canarias, en 1570; de Grado afirmó haber arribado a la isla y haber perdido allí a varios de sus tripulantes.
Otros han querido ver en los paisajes y animales descritos, los de las costas atlánticas americanas, aduciendo que Brendan habría tomado la ruta de los vikingos, que le llegaría a través de otros monjes establecidos en Islandia antes de su colonización por los noruegos (ver anexo 2º de Newfounland).
** Aunque incluído en las presentes notas de este blog de anexos, el dato que sigue a continuación me parece bastante interesante.
Los viajes desde las Islas Británicas buscando nuevas rutas comerciales, se tiene constancia que empezaron en tiempos medievales. En el s.XV, antes del primer viaje de Colón, ya se tenía constancia de algunos de estos viajes desde Bristol, la mayoría de las veces financiados por particulares.
En la Cornisa Cantábrica de España era conocida la existencia de la "Tierra del Bacalao" y es bien sabido que los astilleros de Lekeitio ya funcionaban antes del descubrimiento. En esta localidad vizcaína quedan numerosos vestigios de familias de armadores y gente relacionada con esta actividad. Ya Fernando III de Castilla emite el "Fuero de los Pescadores de Ballenas", donde se obligaba a dichos pescadores a presentar una tira de la piel, desde la cabeza hasta la cola, del animal cazado. Evidentemente, este tipo de pesca se realizaría en aguas del Atlántico Norte, pues no hay constancia de la presencia sufiente de ballenas, como para ser motivo de pesca, en los aledaños del Golfo de Vizcaya. En 1381 se constituye en Lekeitio una cofradía para la pesca de la ballena; en 1448 en Deva y en Iciar y en 1469 otras en S. Sebastián, Motrico y Guetaria. Se menciona a Juan de Echaide (o Matías de Echevestre) como el primero que llegó a la "isla de los bacallaos" (Seoane y Ferrer, Navegantes Guipuzcoanos, Madrid, 1908).
Por otra parte se conoce la ruta seguida por los barcos que partían desde Vizcaya, siendo sus destinos la Bretaña francesa, Normandía, el sur de Irlanda y el de Inglaterra. No se conoce a ciencia cierta si los ingleses tomaron noticia de los vacos de la isla del bacalao o fue al revés, ya que esas zonas de las islas británicas habían sido invadidas por los daneses, quienes como ya vimos, tenían conocimiento de la existencia de tierras al otro lado del Atlántico (como Arzallus o Ibarretxe sepan esto, son capaces de decir que los Apaches eran vascos y que Obama en realidad se llama Baraokak Obamacoechea -nota aportada por El Virginiano-).
La cuestión es que en 1479, según datos recogidos en los archivos del Servicio Real de Aduanas de Bristol, uno de los oficiales de dicha institución y próspero comerciante que llegaría a ser sheriff de la ciudad, llamado Richard Amerike (o Ameryk) habría financiado un viaje a Terranova. este Amerike era también el dueño del barco con el que Cabot realizó su viaje de descubrimento al Canadá en 1497, el Matthew.
La cuestión es si el nombre del continente se debe a la existencia de este inglés o, como se ha vendo manteniendo, de Américo Vespucio, pues Cabot habría bautizado "América" a su descubrimiento en honor a quien pagó el viaje, discusión cada vez más tendente (sobre todo por los estudiuosos anglosajones) a asentar el "error histórico" admitido hasta ahora.
En mi opinión ¡cualquirera sabe!
*** La Isla de Mam se decía que estaba a cierta distancia del suroeste de Inglaterra, más o menos en la zona que hoy se denomina "Great Sole Bank" (suroeste de Cornualles). Aunque esta porción de fondo marino está permanentemente sumergida, se ha sugerido que quizás fuese visible en épocas pasadas durante la bajamar, y que permaneció en los mapas a pesar de dejar de ser visible. Alternativamente la Isla fue llamada Hy-Brazil, al confundirse la localización de ambas.
Finalmente vemos que es un caso más de la Historia en el que los ecos de una leyenda terminan cambiando la realidad del presente.
Al parecer de algunos, el globo que aparece en la actual bandera de Brasil y que presenta un corte más o menos en su ecuador con la frase "ordem e progresso", sería una alusión a la antigua forma de representar a la isla en los mapas, partida en dos mitades.
* Sobre la Isla de San Borondón (o San Brendan) se han publicado numerosas obras, algunas pretendiendo darle un enfoque seudocientífico e inluso intentando aportar datos que demostraran su existencia.
Supuestamente situada al oeste de Europa, a pesar de que la llamada "Octava Isla Canaria" era admitida y reconocida desde tiempo inmemorial por españoles y portugueses, sólo unos cuantos aseguran haberla visto.
San Brendan de Conflert (484-577), llamado "El Navegante", "El Viajero" y "El Valiente", fue un santo irlandés que forma parte de los Doce Apóstoles de Irlanda y es conocido, sobre todo, por su viaje en el que encuentra la por él llamada "Isla Bendita". Este viaje queda enmarcado en los Immram, clase de cuentos irlandeses que describen los viajes por mar de los héroes gaélicos en busca de El Otro Mundo, universo paralelo donde habitaban los Aos Sí -antiguo celta Aes Sídhe ("los que habitan las colinas")-, seres con poderes sobrenaturales, supervivientes de los Tuatha Dé Danann ("la gente de la diosa Danu"), los primitivos habitantes deificados de Irlanda y considerados en la mitología popular gaélica como los ancestros de los actuales irlandeses. Estos seres mitológicos fueron derrotados en batalla por los primeros invasores de Irlanda en épocas remotas y, entre las condiciones de la rendición, aceptaron apartarse a vivir en el citado Aes Sidhe, mundo de colinas subterráneas e invisible para los mortales (según el Lebor Gabála Érenn, libro de las invasiones de Irlanda). Las leyendas nos hablan de la situación de ese mundo hacia el oeste de Irlanda, al otro lado del Gran Mar y en la terminología popular se le dieron varios nombres: Tír na mBeo ("tierra del vivir "), Mag Mell ("llanura deliciosa") y Tir na nÓg ("tierra de los jóvenes"). Finalmente se le adjudicó la propiedad de ser el Paraíso Celta y con la entrada del cristianismo en Irlanda, esta idea se fundió con la del Edén bíblico.
Nos han llegado varias versiones y en diferentes lenguas de la aventura de Brendan, siendo las dos más conocidas y probablemente las más antiguas que se conservan una en gaélico irlandés -y traducida al latín- Betha Brennain/Vita Brendani, y otra en latín, la más conocida, Navigatio sancti Brendani abbatis. Estas y las demás versiones, son conocidas en general como "El viaje de San Brendan" en la terminología popular.
Según esta versión, el monje partiría con 16 peregrinos -uno de ellos sería Saint Malo- en busca del Paraíso Celta, en alguna fecha indeterminada entre 512 y 530 d.C., y en su singladura por el océano arribaron primero a una isla. Allí fueron recibidos por un perro que les guió hasta un poblado, donde encontraron comida preparada para ellos, aunque no había rastro de sus habitantes. Estuvieron allí tres días y a pesar de encontrar todos los días alimentos cocinados y listos para ser consumidos, no consiguieron ver a nadie. Después llegaron a la Isla de la Ovejas, llamada así por la abundancia de estos animales y de allí partieron y anclaron en otra isla, completamente despoblada de vegetación y de suelo negruzco. Allí decidieron hacer noche y encendieron una hoguera, alrededor de la cual celebraron una misa por ser el Día de Resurrección. Al poco de encenderla, la isla empezó a moverse y tuvieron que abandonarla a toda prisa, viendo como desaparecía ante sus ojos una vez estuvieron a bordo. Más tarde, en una revelación divina, se le aclara al santo que habían acampado en el lomo del legendario pez/mounstruo marino Jasconius, la ballena que se tragó a Jonás según algunos.
La narración continúa con la descripción de otros lugares y al final, bordeando unas altas columnas de cristal rodedas por densa niebla, llegaron a Tir na nÓg, donde un hombre les avisó que no continuaran y que volvieran. Así lo hicieron y regresaron a Irlanda, donde el santo murió poco después. A pesar de lo impreciso de las descripciones geográficas, el viaje no puede ser considerado como una fantasía en su totalidad, pues parece evidente que existió el monje e hizo un viaje.
Sin embargo, existe una versión holandesa del s.XII, donde se mezclan mitos germánicos y celtas con la historia cristiana del santo, dando como resultado un cuento fantástico, Des Reis van Sint Brandaen, donde Brendan tiene que cumplir un castigo por haber quemado un libro sagrado, siendo condenado por un ángel a dar una vuelta al mundo de siete años. Las peripecias y aventuras narradas en este cuento pasaron al folklore popular, deformando la imagen histórica del santo (aún más, bajo mi punto de vista).
A partir de aquí, se ha querido ver la Isla de san Brandán en varios lugares, entre ellos las Canarias, donde se dice que la isla puede verse en ciertos días desde el Hierro.
Hay un curioso dato por el que las autoridades españolas y portuguesas admitieron su existencia pues, en 1584, Leonardo Torriani, famoso ingeniero italiano de la época enviado por Felipe II para que construyese un muelle y un torreón en La Palma -aparte de planificar otras futuras obras de fortificación, que le fueron encargadas en 1587- hizo una descripción de las Canarias, Descripción e historia del reino de las Islas Canarias (1588), en el tiempo que pasó allí y da los datos de la situación e icluso las medidas de la isla, tomadas con vistas a la posible construcción de algunas defensas. La isla estaría a unos 550 km. al oeste-noroeste del HIerro (¡como pa' verla, no te digo!) y a 220 km.al oeste-suroeste de La Palma (también como pa' verla) y mediría 480 km. de largo, de N. a S. y 155 km.de ancho, formando en el centro una gran hollada o concavidad rodeada de altas cumbres, siendo las más altas las de la parte septentrional.
Las defensas nunca se construyeron, pues nadie fue capaz de volver a encontrar la isla, a pesar de que algunos navegantes dieran noticias de su avistamiento y que apareciese en numerosos mapas de diferentes épocas, de los que se podría hacer una larga lista, aunque aquí citaré algunos posteriores a Torriani, incluyendo el suyo propio que aparece en su obra antes citada:
-Mapa de la Isla de S. Borondón , de Torriani
-Mapa francés anónimo de 1704
-Mapa del noroeste de África, de Guillermo Delisle, 1707.
-Perspectiva de Juan Smalley, 1730.
-Perspectiva de Próspero Cazorla, s.XVIII.
-Carta Geográfica de Gautier, 1755.
Numerosas fueron también las expediciones promovidas para buscarla y conquistarla, desde la organizada por el portugués Fernando de Viseu, sobrino de Enrique "El Navegante", pasando por varios vecinos y gobernantes canarios, entre las que aparece una hecha por Hernán Pérez de Grado, Regente de la Real Audiencia de Canarias, en 1570; de Grado afirmó haber arribado a la isla y haber perdido allí a varios de sus tripulantes.
Otros han querido ver en los paisajes y animales descritos, los de las costas atlánticas americanas, aduciendo que Brendan habría tomado la ruta de los vikingos, que le llegaría a través de otros monjes establecidos en Islandia antes de su colonización por los noruegos (ver anexo 2º de Newfounland).
** Aunque incluído en las presentes notas de este blog de anexos, el dato que sigue a continuación me parece bastante interesante.
Los viajes desde las Islas Británicas buscando nuevas rutas comerciales, se tiene constancia que empezaron en tiempos medievales. En el s.XV, antes del primer viaje de Colón, ya se tenía constancia de algunos de estos viajes desde Bristol, la mayoría de las veces financiados por particulares.
En la Cornisa Cantábrica de España era conocida la existencia de la "Tierra del Bacalao" y es bien sabido que los astilleros de Lekeitio ya funcionaban antes del descubrimiento. En esta localidad vizcaína quedan numerosos vestigios de familias de armadores y gente relacionada con esta actividad. Ya Fernando III de Castilla emite el "Fuero de los Pescadores de Ballenas", donde se obligaba a dichos pescadores a presentar una tira de la piel, desde la cabeza hasta la cola, del animal cazado. Evidentemente, este tipo de pesca se realizaría en aguas del Atlántico Norte, pues no hay constancia de la presencia sufiente de ballenas, como para ser motivo de pesca, en los aledaños del Golfo de Vizcaya. En 1381 se constituye en Lekeitio una cofradía para la pesca de la ballena; en 1448 en Deva y en Iciar y en 1469 otras en S. Sebastián, Motrico y Guetaria. Se menciona a Juan de Echaide (o Matías de Echevestre) como el primero que llegó a la "isla de los bacallaos" (Seoane y Ferrer, Navegantes Guipuzcoanos, Madrid, 1908).
Por otra parte se conoce la ruta seguida por los barcos que partían desde Vizcaya, siendo sus destinos la Bretaña francesa, Normandía, el sur de Irlanda y el de Inglaterra. No se conoce a ciencia cierta si los ingleses tomaron noticia de los vacos de la isla del bacalao o fue al revés, ya que esas zonas de las islas británicas habían sido invadidas por los daneses, quienes como ya vimos, tenían conocimiento de la existencia de tierras al otro lado del Atlántico (como Arzallus o Ibarretxe sepan esto, son capaces de decir que los Apaches eran vascos y que Obama en realidad se llama Baraokak Obamacoechea -nota aportada por El Virginiano-).
La cuestión es que en 1479, según datos recogidos en los archivos del Servicio Real de Aduanas de Bristol, uno de los oficiales de dicha institución y próspero comerciante que llegaría a ser sheriff de la ciudad, llamado Richard Amerike (o Ameryk) habría financiado un viaje a Terranova. este Amerike era también el dueño del barco con el que Cabot realizó su viaje de descubrimento al Canadá en 1497, el Matthew.
La cuestión es si el nombre del continente se debe a la existencia de este inglés o, como se ha vendo manteniendo, de Américo Vespucio, pues Cabot habría bautizado "América" a su descubrimiento en honor a quien pagó el viaje, discusión cada vez más tendente (sobre todo por los estudiuosos anglosajones) a asentar el "error histórico" admitido hasta ahora.
En mi opinión ¡cualquirera sabe!
*** La Isla de Mam se decía que estaba a cierta distancia del suroeste de Inglaterra, más o menos en la zona que hoy se denomina "Great Sole Bank" (suroeste de Cornualles). Aunque esta porción de fondo marino está permanentemente sumergida, se ha sugerido que quizás fuese visible en épocas pasadas durante la bajamar, y que permaneció en los mapas a pesar de dejar de ser visible. Alternativamente la Isla fue llamada Hy-Brazil, al confundirse la localización de ambas.
1 comentario:
Me ha gustado a mí el cántico de Jasconius, la ballena de Jonás y también lo de los vascos en América¡ tú dales pistas!:-]
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